Nueva York, EEUU, 12 sep (Prensa Latina) El Museo Metropolitano de Nueva York (MET) abrió hoy la exposición «Grabados mexicanos a la vanguardia» para repasar la historia de México a través de 130 grabados, entre xilografías, litografías y serigrafías.
Con este centenar de obras, la reconocida institución indaga en los acontecimientos sociales, políticos y culturales más importantes del país de los mariachis, de Frida Khalo, de Diego Rivera, de ricas costumbres mesoamericanas y del tradicional Día de los muertos (del 31 de octubre al 2 de noviembre).
Grabados de vírgenes católicas, héroes revolucionarios, trabajadores, toreros y caricaturas políticas ya se encuentran colgados en las paredes del MET para recorrer varias etapas vividas por esa nación de la mano de artistas como el propio Rivera y José Guadalupe Posada.
La muestra pretende ir un paso más allá con conciertos de música regional y charlas con expertos del museo estadounidense, y compartir estas últimas con relatos no contados sobre las obras.
En este evento hay algo para todos, ya sea un póster, folletos, arte en seda, sátira o periodismo, destacó el curador, Mark McDonald, quien señala que la pieza más antigua es de 1746 y las más modernas son de la década de los 60.
Para McDonald una de las cosas más fascinantes de este tipo de arte es su carácter efímero, ya que la mayoría de las piezas fueron diseñadas para ser de folletos, panfletos y carteles.
Es maravilloso ver ejemplares sin pliegues, sin manchas, sin rasgaduras, y mostrarlos al público por primera vez, explicó el especialista.
La mayoría de las obras forman parte de la colección del museo, pero nunca se habían mostrado al público, añadió.
El curador del departamento de dibujos y grabados de la pinacoteca neoyorquina explicó que este tipo de arte le recuerda al street art o arte callejero y es una de las razones por la cual estos grabados están impresos en fondos de colores vivos, como el rojo (para un póster de 1920 anunciando una exposición de artistas mexicanos en España).
Otro color es el naranja, utilizado para un afiche sobre corridas de toros a principios del siglo XX y es que el arte callejero tiene que ser fuerte, atractivo y cautivador, recalcó el experto.
En otros casos ciertas obras son a color, como la litografía «La relación entre Estados Unidos y México» (1944), de Pablo Esteban Oâ€ÖHiggins, pieza en la que llama la atención el matiz de las banderas de los dos países, en contraste con los retratos en negro de los entonces presidentes de Estados Unidos y México, Abraham Lincoln y Benito Juárez, precisó.
Los especialistas de la galería apuntaron que Posada muchas fue considerado en mucha ocasiones el padre del grabado en México y atravesando con su carrera un período de profundos cambios políticos y sociales.
Por esa razón está entre las primeras obras presentadas con sus representaciones de esqueletos realizando diferentes actividades cotidianas, declaró el museo.
En la etapa posrevolucionaria los grabados se convirtieron en el medio principal para promover los valores artísticos, sociales y políticos.
Rivera, quien sobresalió con sus grandes murales sobre la cotidianidad mexicana también se adentró en la litografía.
En una de las paredes del MET ya se encuentra su obra Emiliano Zapata (1932), una estampa del revolucionario que junto a su caballo blanco pisa el cuerpo de un hombre, representando la tiranía de los conquistadores del pasado, explicaron los expertos.